Reseña del libro "Mujeres malqueridas", Mariela Michelena

 En la semana en la que Ana María Matute, la gran mujer y maestra de las letras se ha ido y, en la que importantes novedades editoriales ´femeninas´ nos han saludado desde las estanterías, me aventuro a escribiros de "Mujeres malqueridas". 

 Las estadísticas dicen que cerca de 17.000 mujeres son maltratadas en España y que un centenar pierden su vida cada año. Mariela Michelena nos desgrana con inmenso acierto cómo, muchas personas, más mujeres que hombres pero, no por ello olvidamos al hombre malquerido, se convierten a diario en protagonistas de un mal amor.  

 Fieles a parejas intermitentes, amores prohibidos, 

no correspondidos, dependientes, enfermizos, controladores, amores sumisos, complacientes, amores destructivos.

Esos que aunque no sean físicamente peligrosos nos dejan el alma,  la confianza, la autoestima, hecha añicos. 

 En esta maravilla de apenas doscientas y pico páginas, podremos descubrir, cómo identificar estas situaciones y lo más preciado, cómo otros, hicieron frente y, ¡vivieron!

Éste bien podría ser uno de tantos relatos de "Mujeres malqueridas", pero aunque no pertenece al libro sí pertenece a una malquerida que un día sacó la cabeza de debajo del agua y ¡respiró! 

Abro mis alas y vuelo

Me gustaría que entendieras la parte positiva de mí, y aún me gustaría más que hubiera salido antes. 

Hoy es un día especial en mi vida, aunque en este tiempo no haya surgido la ocasión de decirte el porqué. El cumpleaños de alguien, de otro alguien, que tuvo la valentía de decir esto no es así, esto no me gusta. 

Y eso es lo que debería haber hecho hace tiempo yo, pero que hago ahora, sin más, sin motivo ni explicación, por acumulación quizá, por intentarlo la semana pasada y no haber podido.

Se acabó el tiempo de hacer como si no me importaran las cosas, como si fueran normales. No lo son y para mí no van a ser habituales. 

Podía haber dejado correr el tiempo y dejarlo estar, pero esa no soy yo, y también hubo un tiempo pasado en el que dejé de serlo y es parte de esa esencia positiva del renacer de los nuevos cimientos, aprendes a no volver nunca más a dejar de ser tú mismo.

Hoy dejo de hacer que no pasa nada cuando no me devuelves mis llamadas, cuando no existes en fin de semana, cuando sólo te escucha el día, cuando sólo te escuchan los ratos libres. 

Hoy dejo de hacer que no pasa nada cuando siento un yo por tu parte desmedido, cuando, a pesar de que escuches las mías, sólo siento que vivas tus necesidades. 

Hoy dejo de no hacer nada cuando sin estar atento al mío recibes un abrazo en tu cumpleaños y tan sólo recibo tres palabras. 

Hoy dejo de no hacer nada ante la distancia. 

Hoy dejo de no hacer nada ante la imposibilidad de quedarme a solas con mi vacío, ante los motivos que me han empujado a soltarte.

Y te digo a ti, y a mi misma en voz alta, que en mi vida no tienen cabida como habituales. Que te adoro por muchas más cosas, por mil y una más, pero que no estaré hasta que los dos sepamos caminar sin necesidad de estos límites.

Hoy dejo de no hacer nada para no alimentar por más tiempo la impotencia y las lágrimas del patrón que repito una y otra vez.

Hoy escribo sabiendo que abro mis alas y vuelo.

La estantería de Cristina L.

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Cristina Losa para La estantería de Cristina L.

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